Biblioteca Nacional
iCOMPRA
3ojjfS|
CARICATURAS CONTEMPORANEAS
DOCTOR GONZALO RAMIREZ
jpnp".
«Ano ii'w
ü? 25 ^
4 de Enero de 1891
R 0 HTEYlfl £ 0 tD EPARTAM í N TQ 3
Un mes $ Loo
Seis meses » s.oo
Un año (i 9,0o
EXTERIOR
¿os m/smos precios,en moneda equina*
¡ente,con eJ aumento de/ franqueo
Humera comen le 30 eentfcsircias r Húmero s fresado 60 oCTítcsi m&s
DEVENIA EN LAS PRINCIPALES LIBA ERIAS
- s&rvBLjCA ¿os $q$tm$ os 4
OFICINA: Galle Andes 275<altos>
MONTEVIDEO
Me declaro satisfecho
de enseñar á mis lectores
la copia que Scliütz ha hecho
de uno de nuestros mejores
tratadistas de Derecho.
IMF. LIT. LA RAZON, CALLE CERDO *J
cleros mas importa ates. Das pues devanas con¬
sultas celebradas por los miembros de la Fa¬
cultad.de legislar se acordó no operar en la
región hipertrofiada y nutrir al enfermo con
jugo de tintero biográfico suministrado en
píldoras fiduciarias.
Poca fué la mejom que se notó en el pacien¬
te. Tan poca, que le empezaron k salir abcesos,
ó mejor dicho, accesos , en todos los sitios mas
delicados d 1 escalafón militar y á los dos mases
los síntomas generales eran de muerto.
En situación tan desesperada y confiando to¬
davía en que la ciencia..*, económica tuviera
algún recurso para salvarle, se enviaron á Eu¬
ropa comisionados con el encargo de visitar
torios los consultorios en que se trataren como
especialidad las enfermedades derivadas de la
anemia.
Baring Brothers, reputados como los mejores
especialistas de Inglaterra tenían agotadas to¬
das las existencias de su panacea, consistente
en un preparado de oro que administran en
dosis de k libra. Lo único que pudieron ofre¬
cer fué preparados de hierro procedente de una
gran partida de clavos que acababan de recibir
de América,
En Francia se consultó con un judio, pero
en cuanto supo que se trataba de un enfermo
partidario de la co?lver$Úm, se negó á dar sus
francos diagnósticos
Ultimamente se hicieron gestiones en el
Brasil para someter el enfermo al tratamiento
de un señor á quien llaman Deo-doro, sin duda
porque tiene el dedo de oro para ponerle en la
llaga.
Pero no dieron resultado ninguno. Al enfer¬
mo le habían sobrevenido nuevas complicacio¬
nes que hacían imposible su curación.
Primera le brotó un sesenta y nueve gangreno-
legislalivo en el seno.... do la Cámara.
Después tuvo una gran remoción en todo el
cuerpo.... de i ufan tena.
Ai empezar la noche del miércoles la calentu¬
ra fué en aumento al extremo de no poderse
estar en las casas ni en camisa. Qué tal sería el
calor que precedió á la muerte del ano extinto,
que muchos introductores de artículos de fan¬
tasía para regalos, se fundieron completamente.
Como ya hemos dicho Y á las once y sesenta
minutos'de la noche del miércoles exhaló el ano
90 su último segundo.
El entierro tuvo lugar la misma noche, en
el libro de la historia donde ocupa una de sus
páginas mas negras*
Infinidad de deudos y acreeudos, depositaron
sobre su tumba papeletas de empeño, confor¬
mes, balotas electorales, recibos de alquiler y
b il Jetes i neo n ve vi r b les.
íQue la paz de. la tumba le sea poco asequi¬
ble! 1
A la defunción del año 90 siguió el naci¬
miento del 9L.
Su primer espiración fué un pampero lle¬
no de basuras municipales; su primer vagido,
un trueno; su primera mirada un haz de cem
tollas en zíg-mg , como estas líneas, y su pri¬
mer llanto un chaparrón con mezcla do gra¬
nizo.
Los supersticiosos ven en estas primeras
manifestaciones del recien nacido otros tan¬
tos augurios de fatalidad*
Suponen que el ai re anuncia lo que tendrán
los bolsillos, y las cajas destinadas á guardar
fondos; que el rayo indica la única luz con que
nos alumbraremos después del impuesto sobre
los fósforos; que el trueno simboliza lo tronar
dos que vamos á vernos dentro de poco, y el
truena gordo que dará el país á consecuencia
del que nosotros daremos particularmente: y
por líltimo, que el elemento líquido lanzado
por las nubes, profetiza lo liquidación general
de todo lo que existe liquidable gd el Uruguay,
excepto los sueldos que se adeudan á Jos em¬
pleados públicos.
Co n s u pe rs t i d o □ ó n ó, d e bem os es pera r po co
bueno del año 91, por la brusca manera de en¬
trar que ha tenido.
Para que vivan ustedes prevenidos contra él,
en lo que respecta á la salud, no está de mas
que les aconsejemos lo que deben hacer, con
arreglo á las ultimas medidas higiénicas acor¬
dadas por la ciencia*
Durante la estación actual procuren sustraer¬
se en lo posible á los ardientes rayos del sol,
bien buscando la sombra de frondosos árboles,
bien la de un puesto público en que se pueda
hacer consumo de eventuales. Los sombreros
de paja deben preferirse á los de castor y á los
trajes de lanilla los de seda cruda, sobre todo
si estos pueden hacerse á crédito ó con una
fianza á satisfacción del sastre.
Elíjanse para comer los manjares mas sus¬
tanciosos, no consintiendo en ningún caso que
sea MussmpLLi el que los suministre.
El trabajo conviene que sea moderado y de
poca duración, teniendo en c u en ta q ue el d ia
se ha hecho para dormir y la noche para des¬
cansar. Esta medida higiénica se observa rigu¬
rosamente en nuestras Cámaras y ya ven TV.
el abdómen que ostentan la mayoría délos
Representantes.
En el Otoño hay que reforzar algo el abrigo
del cuerpo y abstenerse de leer decretos gu¬
bernativos y toda clase de noticias que pro¬
vengan de diarios oficiales.
Es muy saludable aprovechar las horas de
la tarde para dar un paseo por parajes sólita nos
donde la presencia de un acreedor ó de un Jefe
militar de los que azotan, no nos paralice Ja
sangre por efecto de la mala impresión*
Declarado el invierno, le mas practico es
mandarse mudar á un país donde el clima sea
mas templado y el Gobierno mas Gobierno*
Caso de oo poderlo hacer por falta de recur¬
sos, lo mejor es darse un balazo y acabar de
una vez Sí tampoco esto pudiera hacerse por
falta de arma y de dinero para adquirirla, pón¬
ganse al paso del Juez Saráchaga, mírenle con
malos ojos, rócenle ligeramente con el codo y
él se encargará de despenarlos, si no al primer
tiro, al segundo. No refugiándose en ninguna
hojalatería la muerte es segura.
Creemos que con todo Jo dicho quedáis bas¬
tante bien aconsejados para la conservación de
vuestra salud*
!Ahí Nos olvidábamos de dar otro consejo
no menos importante:
En verano como en invierno, en otono como
en primavera, no dejeis de abonar nunca 1a sus-
cricíon á este semanario.
Perderíais completamente la salud.
Y nosotras...* ¡¡;qué horror!!!
¡Nos asusta pensaren lo que perderíamos!
Eustaquio Pellica
Texto— «ZJg zag» T por Eustaquio Pellicer—*GcliQ centé¬
sima de inspiración», por Alvar Fouto so-^Im¬
perfección es de La Naturaleza», por Príncipe—
^Cuestión de nombres», por C. Mí randa—*Para
ellas», por Madame Polis son—«¡Pobrecitos cri¬
minales!», por O. Sánchez—Teatros», por Cal-
Van —Menuda o cía s —Corr espond encia par t icnlar
-^Avisos.
Oraíí ados— Doctor Gonzalo Ramírez—Lo que sneñ an es¬
tos—Bi colmo del calor—Y varios. Intercalados
en el texto y avisos, por Scbütz.
El miércoles á las 12 en punto de la noche
entregó su alma al tiempo él año 1890, victima
de los 3(55 diasque estuvieron minando su exis¬
tencia desde el l.° de Enero pasado*
En opinión de muchas personas, el mes que
mas agravó su dolencia fué Julio; pero esto no
pasa do ser una especie si n fundamento lanza¬
da por los enemigos de nuestro Presidente, pues
demasiado se sabe que tan malo como Julio, fué
Marzo y A gasto.... y Máximo Tajes.
El año 1890 nació herido de muerte. Anémi¬
co, falto de desarrollo y de Secretarios de lis¬
tado, y por ende lleno de notas autrnUpocrifas
hereditarias, anunciaba una existencia corta
y llena de sufrimientos.
La ciencia, representada en Don A liúdos, Ta-
volara y Manuel Anacleto ha sido impotente
para salvarle.
El siglo XIX en medio al acerbo dolor que
experimenta por tan irreparable pérdida tiene
el consuelo de haber visto extinguirse á su
año rodeado de todos los que en vida fueron
sus amigos inseparables, entre los que se
contaban: el hambre, Ja miseria, el bochinche,
y todo lo mas selecto de las calamidades pú¬
blicas*
La bi og ] fl a d el ñ na Ú o es t i en con oci da pa¬
ra que necesitemos hacerla detalladamente*
Mas que biografía podría llamarse historia de
su enfermedad.
Puede condensarse la vida del ano en estos
breves apuntes:
Guando apenas contaba quince salidas de sol,
contribuyo con algunas horas á las reuniones
que se efectuaron en la casa particular de D.
Agustín de Castro, al objeto de reclutar votos
para la elección presidencial.
El 1. a de Marzo presidió con un ambiento ti¬
bio y ud cielo de azul diáfano los desbordes re¬
tóricos del Sr. Obes, cuando con la banda cru¬
zada sobre el pecho y otra de música á la puer¬
ta de la casa repitió in voce, y ante un publico
que atronaba la calle tíarandí, todo lo que ha¬
bía ofrecido en su programa.
Poco después nos trajo á Brian á la secreta¬
ría particular déla Presidencia y con Brian un
ciclón que casi nos deja el puerto sin buques
y sin empleados del resguardo
A partir de esta fecha, la salud dei año em¬
pezó á irnspirar sérios temores.
Sufría cambios bruscos en su temperatura,
no se dejaba ocupar por el Gobierno en nada
que fuera útil y provechoso, y ora caminaba
con extrema dificultad por la senda del plu¬
gre so, ora caminaba veloz por el camino de los
vencimientos*
En Julio se le presentó una tremenda hiper¬
trofia en la caja de uno de sus órganos finan-
Yo subo al monte mas elevado
y i los abismos bato después;
surco los mares de lado a lado,
volando á veces, otras A nado,. .
y muchas otras, en cuatro pies.
De los misterios, fon mi escalpelo
fabrico auroras al natural,
á eso que todos llamamos cielo
con firme mano le arranco el velo...
jy me lo guardo como señal!
Yo en el desierto paso el verano
sin sobresaltos entre las fieras,
i cualquier oso [e doy la mano.,. 1
y mas que vate, soy un hermano
{de los leones y las panterasl
Con el rocío, vierto mi llanto, '&***
voy con las auras, donde ellas van*. *
Yo de las aves comprendo el canto,
y hará dos años por Jueves Santo
que me hice amigo del-Huracán.
Yo estuve en Cáncer , cuatro semanas.
Pasé por Virgo, mas de una vez.. *
Me fui A Saturno, tuve tercianas,
y desde Urano, con dos barbianas
¡salte A Mercurio, sin media nuez! (i)
Todos los mundos han sido bollados
por estas plantas que Dios me dió:
Grutas deformes* * * riscos pelados*..
Soles y soles amontonados, *.
¡Y sobre todos, mi Dios y yol
Por los espacios, mi paseito
todos los días me voy A dar,
y despacito.,, muy despacito, *.
llego A las puertas del. . . infinito
jy algunas tardes suelo pasar!,,.
(1) No crean que confundo los planetas con los síffnos
del Zodiaco.
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tan bello ideal, Miiton es sin emburro un niño de
teta, y él si que había bebido cuando tales cosas
decia, A haber tenido yo el cargo de formar al hom¬
bre, otra cosa saliera, por Dios; pero pasa que ustedes
puedan saber lo que hubiera salido, necesario será
que entremos de lleno eu nuestro asunto notando las
faltas é imperfecciones de que hablo y que ustedes
admirarán como otras tantas bellezas, ni mas ni me¬
nos que el autor del Paraíso perdido.
Ante todas cosas yo hubiera formado al hombre
con una costilla de mas, lo cual, sobre presentar ma¬
yor igualdad y equilibrio en uno y otro lado, me hu-
bierra ahorrado el trabajo de formar la mujer con
aquella malhadada costilla, y a la consideración de
ustedes dejo cuanto hubiera ganado el hombre á po¬
derse pa>ar sin mujer. Vean, pues, ustedes ahí una
falla cometida por la naturaleza, á no ser que en ma¬
teria de costillas crean ustedes que las faltas son so~
braSj en cuyo caso no tengo inconveniente en convi¬
dar á ustedes á comer un plato de chuletas á cual¬
quiera hora del di a.
En segundo lugar, yo hubiera creado al hombre con
dos puertas de menos, con lo cual le hubiera evitado
la golosina que le entró por la una, y no hubiera te¬
nido tampoco ocasión de desmandarse por !a otra, y
si ustedes rae arguyen ahora con que formado asi el
hombre no hubiera podido respirar, yo les respondré
que ni todo lo que se respira merece salir de allá
adentro, ni todas las funciones que con las tales puer¬
tas se hacen nos dan motivo para recordarlas ue un
modo satisfactorio. Ademas que para dotarle del don
de la respiración le hubiera puesto yo dos fuelles, uno
debajo de cada sobaco, y era negocio concluido. De
todas maneras, y prescindiendo enteramente de la
cuestión posterior, la so¬
la necesidad de comer es
É ya una imperfección tan
grande, que casi todas
las imperfecciones huma¬
nas dependen de ella, no
siendo la menor la nece-
j sidad do escribir algunos
artículos de vez en cuan-
' -ím*-I‘ ^ maldita propensión I co¬
mer, v así salen ellos.
En tercer lugar, yo hallo mal la nariz, donde está,
al menos existiendo el hombre en los términos en que
se halla formado. Yo se ¡a hubiera puesto al lado de
la otra puerta, y con eso cuidaria mejor del modo y
oportunidad con que pone en juego el segundo de
sus órganos respiratorios; y no que ahora comete se¬
tecientas barbaridades, porque como tiene la nariz
tan lejos del mal que hace á las de los otros, ¡o que
menos tiene presente es la comodidad ajena, y todo
por carecer de un indicador que regule sus tacañe¬
rías. Fuera, pues, la nariz de la cara, y encajarla en
el polo antartico.
;Y qué diremos de las pantorrillas? Que es la ma¬
yor atrocidad tenerlas en donde se ven, porque va¬
mos á cuentas, señores: ¿hay golpe que duela mas
que el que uno se da en la espinilla? Y todo por no
tener la pantorrilla dolante, en cuyo caso hallaría uno
el consuelo de embotar el golpe en aquella almohada,
y esto no es indiferente, por Dios. Los perros en cam¬
bio casi siempre acometen por detrás, y vean ustedes
una linda merienda para los muy atrevidos en las po¬
bres y tristes pantorrillas. Encajóme pues la espinilla
detras, y que muerdan hueso y no carne. ¿Negarán
ustedes ahora que la cosa se hizo al revés?
Tampoco me hallo bien con el pelo deque llevamos
cubierta la cabeza, diga to que quiera el autor que
mas arriba nombré, sobre la cabellera de Adan. Yo
hubiera formado esa cabeza lan lisa y pelada como un
guijarro, y á buen seguro que entonces existiese un
solo calvo en el mundo, ni se criasen en ella el algo y
aun algos de que habla el señor Sancho Panza con
aquella gracia y socarronería que ustedes tendrán
bien presentes.
Pues ¿y qué diré de ¡os dedos que la naturaleza
nos puso en los pies, y que sin servir para maldita de
Dios la cosa, lo único que producen es callos y otras
pejigueras por el estilo? Poro ustedes dirán que
quien los produce no es
ella sino los malditos bo- i
tiñes, á lo cual contestaré V " 4/
yo que estoy mal con las
manos también: si la na~ qlí
tu raleza no nos las hu—
hiera dado, trabajo le ''^!¡§í
mandaba yo al zapatero YSfim \ v
que quisiera calzarnos Jos
pies. Mas ahora recuerdo
que sin manos no me hu¬
biera sido posible escri*-
bir el presente artículo, y esta es una razón mas que
suficiente para hallarme contento con ellas. Eso sin
embargo no me probará la utilidad de los dedos pe¬
destres. L a naturaleza pedia habernos dotado de un
casco, ni más ni menos que al rucio del que arriba
menté poco há, De este modo hubiéramos tenido un
calzado infinitamente mas barato que ahora y mas
análogo sobre todo á la Indole y circunstancias de
nuestra especie, en su mayoría á lo menos, [Harto
mas protegida se hallaría entonces Ja industria, y no
que ahora es una lástima el abatimiento en que yace
la triste profesión de herrador!
Por lo que [oca á las orejas, no las hallo mal don¬
de están, pero las hubiera querido mas grandes, por
una infinidad de razones: la primera, porque así las
hubieran podido menear á toda su satisfacción los
que ahora las mueven i medias: ¡o segundo porque
siendo de cierto tamaño,^ los peores hombres del
mundo quedarían convertidos en angeles, de cabeza
arriba, con solo cortarles el cuello: lo tercero^ porque
en caso de calor nos podrían servir de abanicos como á
Ruletti: y lo cuarto en fin, porque asi me parece á mí,
ycadacua! es dueño de tener las orejas que guste.
En cuanto á los dientes, claro está que hallándome
mal con la boca, no deberé de estar muy satisfecho
con ellos; pero ya que los habíamos de tener, fuese
siquiera en el sitio donde coloco yo la nariz, y así
cargaría, el muy bellaco con esos dolores de muelas
que nadie merece cual él. Con eso quedaban las nal¬
gas convertidas en dos regulares mandíbulas, y nunca
nos parecería duro el asiento, aun cuando no tuviese
mullido.
Los ojos me parecen mal donde están, á lo menos
el uno, y entiéndase que hablo de los de la cara. En
lugar de tener los dos en la frente, ¿por qué no nos
puso la naturaleza el uno de ellos en el tozuelo, y así
hubiéramos visto á ¡os que nos pegan por detrás? Or¬
ganizado así el hombre, hubiera podido dormir con
el uno mientras velaba con eí otro, y vean ustedes
cuanto hubiera ganado
lina policía secreta, verbi-
ten lo serian de la parte
adelante, y ¡os otros
En fin, señores.,, Siento en las sienes
brotar con fuerza la inspiración. ..
jSoy un poeta... y hombre de bienes!
¡¡Como que tengo cuatro vintenes
en un bolsillo del pantalón!!.,.
Alvar Fqntqsq
AI leer el epígrafe de este articulo confieso que
| habrá quien sospeche haberlo escrito su autor al salir
del restauraut; pero en Dios y en mi ánima que no es
x así, y que estoy muy lejos de haber empinado el codo
antes de ponerme á escrib :
___ ( En primer lugar, por¬
que no soy aficionado á comer, y siendo esto asi, mal
podré haber perdido el juicio por una cosa tan bellaca
como es tragar un poquillo, exponiéndome á la ne¬
cesidad do beber después, y consecutivamente á no
saber lo que me hablo. En segundo lugar, eso del
restaurant es para gente que tiene dinero^ y si yo lo
tuviera, no emborronaría pape! para ganarme la vida,
Y en lugar tercero (que no siempre se ha decir en
tercer lugar), basta que yo les díga á ustedes que es¬
cribo en ayunas mi articulo, para que me crean de
buena fe y para que no atribuyan al licor ele la parra
lo que á ustedes les pueda parecer k primera vista
menos conforme con mi formalidad y mesura ordina¬
ria, que uso de ambas en grado máximo.
Digo y repito, pues, que la naturaleza es imperfecta,
y que So que dijo don Alonso el Sábio deS sistema so-
^ asa-
bar esta proposición ^ne¬
cesitaría yo millones de tomos, y ni creo que el
lector tendría paciencia para leerlos, ni aun cuan¬
do tuviera yo la habilidad de escribirlos, debería
cual hubiera sido ía cosa
mas divertida del mundo.
En cuanto á los codos me parece que deberían ser
cuatro y no dos; quiero decir que cada brazo estaría
mejor con un codo de mas, y á la parte opuesta del
otro, y asi podríamos doblar los brazos susodichos del
modo que ahora lo hacemos, y en sentido opuesto
también, lo cual no me negarán ustedes que seria una
ventaja de mas, y ventaja inapreciable, para los tor¬
pes como yo, que á la menor indigestión que tieneu
se ven en ¡a precisión de llamar una vieja provista de
su correspondiente jeringa, y todo por no tener uno
la flexibilidad suficiente en los brazos para salir cada
cual de su apuro sin ayuda de vecino.
Por otra razón semejante debieran ser cuatro tam¬
bién las rodillas. Personas conozco vo que no hacen
otra cosa que tirar coces, y les vendría muy bien ju¬
gar las piernas hacia ati^s para sacudir el aire mejor.
Las manos no debieran ser calvas, sino peludas, y
con eso ahorraríamos los guantes, comida demasiado
cara. Verdad, es que entonces seria moda raparlas,
como es ahora llevarlas vestidas; pero moda por moda
y exigencia social por exigencia, á mi rapamiento me
atengo.
El guante de navaja costaría á lo sumo un real por
mano ; con escepcion do la gente plebeya que por
dos vintenes podría afeitarse las dos, y aun por menos
si no hacia echar esencia. Vayan ustedes ahora
a comparar esa módica retribución barberil con los
quincey veinte reales que noscuestan los guantes, sir¬
viendo solo para uno ó dos dias cuando del modo que
digo bastaba afeitarse las manos de domingo á do¬
mingo, y andaba uno decente. ¿Y qué variedad no re¬
sultaría en las manos, á tener pelo como yo digo, y
é exigir rapamientos la moda? Uno tria con la palma
pelada y con el metacarpo vestido, otro pondría sus
cinco sentidos en llevar rapados los dedos y cubierto
de pelo lo demás; otro se raparía el pulgar y dejaría
peludo el meñique; otro tendría la vanidad de nom¬
brar dos barberos de cámara, el uno para la mano
derecha y el otro para la zurda; y otro, en fin, podría
salir á barbero por dedo, y aun a barbero por articu¬
lación ó falange, ó como
se deba decir.
En cuanto i los dedos
de que hablo, hubiera
hecho yo que cada uno
de ellos tuviese por re-
mate una campanilla ó * ISgSSipiPjB'
cencerro ó cualquiera J V¡$r^ JA
otra cosa que hiciese ^ 7
ruido, en cuyo caso no A
hubiera tenido inconve¬
niente en dejar los la¬
drones con uñas.
Pero ahora que nombro las unas, ¿sabrán ustedes
decirme para qué diantre nos sirven los tobillos? Us-
ted- s dirán que esta pregunta es una transición es¬
pantosa, pues maldita la conexión que hay entre lis
uñas y los tobillos, a lo cual contestaré yo que en
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LO QUE SUENAN ESTOS
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'¡¡3.0 0 0_£ Sé/ i/f ,1
El accionista
El guardia civil
El soldado
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202
CARAS Y CARETAS
efecto dicen ustedes bien, pero tiendan ustedes la
vista por mas de cuatro escritos de los que se publi¬
can todos los; dias, y si ustedes encuentran en ellos
mas conexión que en e! mió.
Clara, que á todo se aviene,
sirve al tenor Barríonuevo,
el cual por las noches tiene
que tomar claras de huevo.
Y al visitarle Amador,
chico que en todo repara,
Se dijo ayer:—jPor favorl,,.
ino abuse usted de 3a Clara!
mas conexión Que en e! mió, consiento en que me
arranquen ustedes los tobillos de que estaba hablan¬
do, y que nunca he podido saber para qué demonio
son buenos.
Yo hubiera puesto la lengua en parte menos hú¬
meda que la que ocupa ahora, y por lo que toca á la
saliva, la hubiera hecho despedir por la oreja, para
que así no me salpicasen algunos cuando me hablan.
En este caso hubiera podido decir Arríaza hablando
del jaque que llamaba al toro
Y escupiendo á través por la orejtya
ío cual no me negarán que sería infinitamente mas
[indo que escupir á través por el colmillo, como dice el
susodicho señor y como puede hacerlo cualquiera.
Pero yo me extiendo demasiado; y para probar las
imperfecciones de que adolece la naturaleza, basta y
sobra con So que llevo dicho. Además de eso me due¬
le también la cabeza, y
r gracias á esa imperfec-
i cion que se me olvidaba
1 _r~ apuntar, me es imposi-
F asar delante* ¡Qué
■ "fr^ no hubiera fo rrn a d o y o al
sjájf J hombre á la menos de
§1;''Jw cuello arriba! Diérale
J "fW yo dos cabezas en vez de
una, ó le hubiera dado
una sola, pero amovi¬
ble y con eso me quitaría ahora la que me está do¬
liendo (la cabeza se entiende) para encasquetarme la
de cualquiera otro exenta de tal pejiguera. ¿Qué
ventajas no tendría uno entonces para lucirse como
escritor? Y todo sin cansarse una pizca, porque con
quitar la cabeza á Zorrilla, bastaba por ejemplo para
sobresalir este humilde servidor de ustedes en el
género lírico, y para lucirme como dramático pediría
prestada la de Echegaray. Verdad es que entonces
podría dudarse sí lo que yo escribía era mió ó ageno,
pero yo también dudo ahora si lo que otros escriben
es suyo, y eso que no hay esa amovilidad de cabezas
que yo quisiera en nosotros. Pero he dicho que me
duele la mia, y habrán de disimular mis lectores si
les he calentado la suya con tanta majadería y dispa¬
rate. Yo que los reconozco como el primero, no soy
sin embargo el primer disparatado! que entre nosotros
se pone á escribir. Otro dia tal vez hablaré á ustedes
mas despacio acerca del particular.
Príncipe
C, Miium/A
para ELLASU
i/ Jg mms mías, volvien-
f Mgjp-p- ” do á ios trajes
JBtm _ largos; y por tra-
W\W ¡ e ¡argo entiénda-
5 e ¡agüeites [argos
| i género LuisXilI; esa
f f es la verdadera ten-
: dencia de la moda; por
eso las damas elegantes
han abandonado eE pe¬
quen osaco por el ¡agüeité
de largas faldetas, algo di-
faldetas, aleo di-
¿e llevar. He Tq u i el
. II «riM modelo del jaqaette en boga:
^ P Es todo de paño gris acero
con faideu levantada adelante y á los costados sola¬
mente. ES cuerpo es cruzado con dos filas de boto¬
nes y con vueltas torradas hasta la mitad de seda, co¬
mo los trajes de hombre.
Se hacen estos jaqmit® también de terciopelo ri¬
camente bordado, para visitas, comidas, etc,, etc.
Los bordados están á la orden del dia; se llevan
en todo, en vestidos, en sacos, en cimbre ros. Es una
necesidad de la elegancia, de la riqueza, de la fanta¬
sía, que se manifiesta de muchas maneras. Así hasta
en verano se llevarán mucho batas en forma de blu¬
sas y estas no serán de género liso sino de seda de
fantasía, bordada, color keige, negro ó cacao.
Citemos un
, . traje de sur ah
turquesas y ru
bies. La pollera derecha como una túnica druida, es
de crespón anémona con cinturón de oro. Las man¬
gas de seda anémona de un tinte un poco mas claro.
Como sombrero una tonadede oro salpicada de tur¬
quesas y un grupo de plumas negras en la parte de
atrás.
Os desea un feliz año 91 .
MADAME POLISSON
nombres
De Rosario el derrochar
escama á su espo o Hilario:
y éste, devoto sin par,
no hace más que repasar
las cuentas de su Rosario,
Ayer Caldos regañó
con su esposa Gala Noba;
y ésta el labio le partió
de un porrazo que le dió
con el mango de la escoba.
Y ai preguntarle Amorós,
médico bastante sabio,
—¿Qué le pasa á usted Caldos?
le dijo:—Que tengo el labio
partido por Gala en dos.
Son Estrella y Robusliano
gemeíoSj y como aquélla
es tan mala como bella,
con razón dice su hermano
que nadó con mala Estrella,
Librada la embarazada,
ue vive en e! piso cuarto,
ió á luz esta madrugada;
aseguran que del parto
a salido bien Librada.
¡Pobrecitos criminales!
No se puede negar que las ciencias naturales han
adelantado pasmosamente: en muchos ramos han ade¬
lantado tanto, que nos han llegado á hacer ver casi
matemáticamente lo blanco negro, y viceversa.
En Italia tienen ustedes una escuela positivista, que
vale un mundo. A fuerza de revolver esqueletos y
osamentas de foragidos célebres, y de deducción en
deducción t como en Cabeza de chorlito (que esto es lo
que hay en el fondo), ha declarado que el crimen es
el resultado de una simple monomanía, y el criminal
un enfermo.
Cada quisque nace con condiciones orgánicas,
anatómicas distintas y con diferentes circunvolucio¬
nes en la masa cerebral.
Por eso ya no será detenido nadie á quien sor¬
prendan con las manos en la masa y porque cualquier
rata podría decir, si lo supiera:
—¿Y que culpa tengo yo de que mis circunvolución es
cerebrales sean tan irritables?
Pero continuemos. Lo más interesante es el estu¬
dio que han hecho osos señores del cráneo de! ladrón
y deí asesino. El asesino resulta, según sus investi¬
gaciones antropológicas, un sujeto de mirar morteci¬
no, de pelo lacio, boca de buzón de correos, expresión
salvaje, orejas enormes, brazos y patas largos; y el
ladrón, de cabeza pequeña y animada, (‘¡hola!) ojos
vivos y penetrantes, (y manos más penetrantes y más
vivas que los ojos), sonrisa movidita,y expresión muy
picara y astuta.
De suerte que cuando á las altas futras de la noche
(por usar frases de gacetilla) os siga algún hombre
sospechoso, paraos y llamadle, y sacando vuestra
linterna, si la lleváis, examinadle atentamente la ex¬
presión de los ojos, las orejas y el cabello; si no
presenta esos rasgos, podáis marchar tranquilos.
Y si los presenta, fe echáis mano y lo conducís á
á la Comisaria.
—Pero ¿qné ha hecho?—preguntará el comisario.
—Nada; pero observe usted esos ojos vidriosos,
esa^ orejas, esc cuello...
Y acaso os conteste:
—Lo que observo es que el señor no se lava la cara.
No es esto solo*
Es que además, según esos naturalista, hay recetas
para sacar ladrones y asesinos, como las hay para
preparar una paella complicada.
Cuando se reúnen los elementos de la forma del
cráneo, ojos, narices, cuello y patas con el ambiente
social, (como si dijéramos el viento Sur), la predispo¬
sición patológica y la herencia, salen el asesino y et
ladrón que ni pintados.
Muchas veces me he mirado al espejo i ver si po¬
seo cráneo de mala índole y pelo lacio, y me he pre¬
guntado:
—vSi seré vo asesino,... sin saberlo?
Y he concluido por mandarle á la sirvienta que
cierre las ventanas, no sea que entre una ráfaga de
am&icnie social en casa*
También influye ta temperatura.
—Cuando voy por las mañanas a! anfiteatro en
primavera,—me refería cierto doctor alienista,- deseo
cadáver y no lo encuentro.
Aquel «deseocadá%n> me estremecía.
Es que en primavera no hay muertos á mano
airada*
— En cambio en el rigor de! invierno y del verano
(que son dos rigores) hay muertes á porrillo y hay di¬
funtos para hartarse,—proseguía el galeno.
Ya saben ustedes que pueden andar seguros en
Noviembre y Diciembre*
La doctrina de esos señores tiene otras aplicacio¬
nes muy extensas.
Cuando se cometa un delito, no será lógico lla¬
mará la policía, sino al médico.
Dada una fechoría, hace falta el diagnóstico. Pre¬
so el digno señor autor de elLi, opinará el galeno;
«Este joven—hombre—v. gr,— padece la monomanía
del limo ó de Ja estafa;» y punto concluido. Hasta aquí
el diagnóstico*
Tratamiento*—Habíamos convenido en que el me¬
jor era soplar en la Cárcel Correccional, y luego,
probablemente, en la Penitenciaría, al joven hom¬
bre, Ahora ya varia la cosa; habrá que trazar el plan
de un régimen reconstituyente y someter a! caco á h
terapéutica, si no basta con una higiene bien enten¬
dida.
Ya no se calificará ai delito de acto punible, sino de
acto recetabíe.
¿Falsificareis billetes de Banco? Vendrá el Hipócra¬
tes ó hiuócrita de tanda, y razonará que en vuestra
© Biblioteca Nacional de España
CARAS Y CARETAS
203
familia es hereditaria la propensión á contrahacer ios
billetes; por donde en virtud de los principios de la
nueva escuela, os encontraréis con oue pertenecéis
á una familia de perdidos. Pero los doctores os con¬
vertirán, de crisálida de presidiario que erais antes,
en un sér interesante y üeomm'iíjaut-».
Cuando oigamos el relato de un gran crimen, dire¬
mos, pensando en el autor: «¡Pobrecitol» en vez do
decir: «¡Que timol*
Ole llamaremos «a! palco escénico».
Leeremos todos ¡os dias;
«Anoche se ha verificado un entretenidísimo caso
de manía asesina en la calle de Tal. El conocido y
reputado criminal X quitó de en medio al señor N.
con prontitud y economía.- Los transeúntes rodearon
en seguida al estimable enfermo, autor del caso^ y
lo acompañaron al manicomio. El médico de Policía
instruyó los primeros brebajes.»
O esto otro:
«Ha salido con dirección al tonticomio de...^ es¬
coltado por una pareja de practicantes, el dignísimo
ladrón (que lo será sólo de Guevara) que ejecutó la
limpia de la casa del señor de H con la habilidad
técnica que todo ei mundo Se reconoce. Podemos
asegurar á nuestros lectores que el apreciable maniá¬
tico será convenientemente asistido, disfrutará de
grandes comodidades, y particularmente de magnífi¬
cos médicos.»
En los próximos almanaques habrá que colocar á
San José Mana, San Diego Corriente y San Jaime el
Barbudo, «bandidos y bienhechores.»
Ya no sera insulto consignar; «el discreto estafador ..,
e 1 mtendido pu ngu h ta.*„
Luego vendrá la sugestión, y habrá crímenes por
sugestión y por irradiación.
Del que haya perpetrado un crimen pequeño se
acreditará que ha sido acometido de una ligera indis¬
posición*
Antes, cuando temíais un asalto en vuestra casa,
os preparabais con un revólver 6 con la Guardia civil.
Desde ahora os prepararéis haciendo acopio de plan¬
tas aromáticas, y en el momento en que diviséis la
facha del salteador, llamaréis tranquilamente á la
sirvienta y [e diréis:
—Sirve una taza de té al señorito.
Leí un informe, en que un médico, para demostrar
que un asesino estaba loco, entre otras pruebas, ale¬
gaba que solía tirar pellizcos á su mnjer.
Si eso fuera cierto, ¡qué pocos maridos aparecerían
cuerdos!....
O. Sánchez
El Politeama Orienta!, está cimentando su fama y
vá á ser seguramente durante el verano el cen¬
tro elegido de todo el que busca un recreo pa¬
ra pasar la noche, conciliable con un ambiente que le
resarza de las sofocaciones del dia.
Desde que abrió sus puertas, con la compañía de
opereta italiana dirijida por MorettL se ha visto el
lindo teatrito de la calle Andes, con el mas animado
aspecto; Lis mesas y jardines se pueblan de concu¬
rrencia al punto de no poderse circular fácilmente
muchas noches.
El domingo pasado se cantó ¡i barbieri di SmgÜa y
los artistas, con espetialidad Rosina, Don Bartolo y
Figato, se desempeñaron discretamente.
El martes, tuvo lugar un interesante expectáculo
en el que se representaron la bella ópera La Figlia de
Madame Angol y la ópera cómica en un acto, en que
tanto se hace aplaudir el Sr. Conti, titulada Un mi-
Lmese in mar , obra que se repitió el miércoles con //
bar hiere di Sangha.
Para anoche estaba anunciada la ópera del inmor¬
tal Donizetti Linda de Chomounix.
Los equitativos precios que la empresa del Poli-
teama Oriental ha fijado para sus expectáculos y la
comodidad y agradable temperatura con que brinda
la sala del coliseo, son atractivos mas que suficientes
para que el público se cite noche á noche en él.
El actor Emanuel vendrá á trabajar en Marzo i
Solis, durante dos meses.
Con Emanuel vienen tos antiguos conocidos Virgi¬
nia Reiter, Valente y algunas otras parles que lo
acompañaron en la primera gira.
—Stagno y la Belfincioní que formarán parte de la
troupe que traerá Ferrari este año, según nuestros
informes, serán quienes nos hagan conocer la ópera
La Caballería rusticana de Masca gn u
Ei invierno promete ser divertido; lo que falta sa¬
ber es quien vivirá para entonces en Montevideo.
Unicamente don Alcides, por exigírselo el cargo
de Ministro.
Causan
El mecánico Don Mauro Miró acaba de inventar
una máquina para hacer escobas.
Tanto como por el mérito que revela el Sr. Miró
en la útil aplicación de sus conocimientos sobre me¬
cánica, le felicitamos por el momento oportuno en
que ha dado á conocer su invento.
Nunca hizo mas falta que hoy barrer mucho y ba¬
rrer bien.
¡Honor á la industria escobera!
¡iQué dirá de esto Escobar 7 .
Por lavarse la cara con esponja,
Tuvo fuertes neuralgias una monja;,
y por lavarse el rostro con las manos
murieron siete frailes franciscanos.
Por algo dijo un sabio portugués
que es muy bueno lavarse con los píés.
La Agencia Havas nos ha dado la triste noticia de
ue acaba de fallecer el padre del Emperador de la
hiña.
Nos asociamos al dolor de la familia chinesca y al
ue experimentará en estos momentos el dueño del
'Bazar de la China .
En !a Plaza Zabala ha hecho fijarla
Junta un cartel por el que se prohíbe
entrar á Sos jardines á los córíos y á los
perros.
Bonita cabeza se íes pone á los borrachos
para fijar su atención en bandos municipales.
No se me arguya que la Junta exhibe esta dispo¬
sición para que la lean los que están serenos y la
tengan presente para cuando se emborrachen, porque
es igualmente imposible conservar h memoria cuando
e\ vino se sube á la azotea del individuo.
¿Y que me dicen W. de lo que $e pretende llevar
al conocimiento de los perros?
Están en un compromiso
si no se buscan alguno
que les traduzca ese aviso
ael castellano al perruno.
Agradecemos á El Día el expresivo suelto que de¬
dicó'á nuestro número extraordinario y pedimos al
cielo encarecidamente
que !edé á su redacción,
por lo mucho que trabaja,
la misma recaudación
que anhela para la caja _
de nuestra Administración.
Lj autoridad policial de la Estanzuda intervino en
un caso de hidrofobia familiar*
Un hijo fue reprendido per su padre; la madre salió
en defensa del hijo, y los tres, en defensa propia, se
trenzaron á mordiscos, resultando el menor con ¡a
ceja izquierda casi deglutida por el padre, y la madre
con el dedo anular de Ja mano derecha convertido en
dedo meñique, de resultas de otra mordedura de su
esposo.
Los informes que del hecho ha dado la prensa, no
dán á conocer la profesión que tiene ese angurriento
de parientes, pero se supone que sea guardia civil,
pues no hay nadie que en medio de una gresca
tenida con parientes,
ataque de ese modo con los dientes,
por meterse en el buche carne fresca.
Ha llegado i nuestro poder la siguiente felicita¬
ción de fin de año:
«Salud y felicidad. ,
El guardia civil que hace servicio (y ganas de co¬
mer, aebió añadir) de io de la mañana á ó de Ea
tarde en esta manzana, (bonito nombre para postpe)
tiene el honor de felicitar i Vd, y á su distinguida
familia, deseándoles un feliz y prospero año nuevo.
A. Lago Comeszma.»
El apellido de este* infeliz guardia parece hecho
como tfe molde para indicar su profesión.
La verdad es que si come saña debe darse verdade¬
ros atracones, porque ha de tenerla en mucha canti¬
dad contra el Gobierno.
#
No te bañes en la costa,
porque á mí no me conviene
que enseñes las pantorrillas
a todo bicho viviente.
De rodillas en la cama
me puse á considerar
que si volaran las chinches
no se podría parar.
La exclamación de «¡Cuando renunciará Montero!»
que se estaba oyendo incesantemente hasta hace poco,
se ha sustituido con esta otra:
«¡Cuando acabarán de adoquinar la calle Sarandí!»
, . * * *
Sábana quisiera ser
y estar cerquita del baño
para ceñirme á tu cuerpo
cuando sales tiritando T
Hace mas de cinco días que el Gobierno no pro¬
yecta ninguna reforma nueva en la milicia, ni crea
impuestos sobre nada.
Es censurabilísima la inactividad en que vive nues¬
tro Gobierno.
El periódico The Citicen aconseja á lord Sal i sbury
que ocupe el Rio de la Plata por ingleses.
Indudablemente ignora el periódico citado que el
país hace mucho tiempo que está repleto de compa¬
triotas suyos.
Véngase por aquí, ó mande un corresponsal en día
que sea sábado ó fin de mes y verá si el Rio de la
Plata está ó no está ocupado por Ingleses.
A Fermín preguntó Urbina:
—¿Ha estado usted en Berlín?
Y le respondió Fermín:
—No; pero estuve en berlina.
El oro ha llegado al zoo.
¡Lástima que no seamos parte interesada para unir
nuestra protesta á las que se levantan contra esa ele¬
vada cotización!
interesamos nuevamente ios buenos sentimientos de los
suscritores y Agentes que m han chanedado sos cuentas con
nuestra Administración para que en breve plazo , mañana
si es posible^ descarguen su conciencia del delito de debernos.
Tarascón —Artigas — Consúltelo con quien qnterá
y verá como le dicen que tiene Y. la cabeza muy n - a
para esas cosas,
L. B.—Pavón—Le cuadra el nombre del pueble en
que vive, porque ea Y. un pavo de primera.
Uno de a^Mt—Treinta y Tres—Largo», pero malos.
Herrerista— Meló—Por Y. y otro» está ©1 Presidente
como está. Usted debía llamarse burrista.
Zt?fa-lloclla— ¡Cuando inventará Eoeh una Unta
contraH bacilas de la ignorancia!
Et vasquito— Cerro-Largo—Bien medidos, pero no
dicen nada, es decir, dicen solo que es Y. una calami¬
dad para los tema» humorísticos.
Pancraeio— San Cárlos—
«Para, loco de amor, con ódlo asaz»
ea un verso que pone á cualquiera á las puertas de la
Penitenciaría, porque después de leerle no se le ocurro
áuiiü mas que tomar ei tren para San Cferlos y daría á
Y. una paliza al estilo de las que se pegan en el Regi¬
miento de artillería.
Un soltero— Montevideo—Hace v. bien en no casar¬
se; su hogar serla un infierno de ripio* y de horrores
gramática lea.
Mer cachiri e— Montevideo— O y Be escribe con h; ma¬
ñana puede ser que se escriba de otro modo. Ea impu¬
blicable.
Mano U te— Mon tev f d eo—
Señor don Manolita
es usted un poeta, muy malito.
B. de M. M.—MontevIdeo¬
sos iniciales, señar*
por mas que se eneje usté
responden ai nombre de
Bruto de Marca Mayor.
© Biblioteca Nacional de España
SARANDÍ 347
Calle Rincón 131
Hace calzado á medida,
á. irnos precios muy baratos,
y es la casa preferida,
por ser la mejor surtida
en botines y zapatos.
Para hacer un buen regalo
véte á sienra siu dudar,
porque Sienra, ea au Bazar,
nunca tuvo nada malo»
Su martillo ha demostrado
que, de todos los que hay,
es el mas afortunado,
Í íues con ¿1 ha rematado
a mitad del Uruguay.
Si te dice un bebedor
que en la casa de Orejuela
no existe el vino mejor,
le puedes decir, lector,
que se lo cuente á su abuela
Peluquería
j 18 na juuo núm. 5
Nadie á pelar I© aventaja,
y afeitando es tau artista,
que al liío de su navaja
no hay pelo que se resista.
Zabata 154
Llevd el martillo á Maeso,
ea campaña provechosa
y no íes digo otra cosa,
porque es bastante con eso.
EL COLMO DEL CALOR
Empresa de Encomiendas:
CÉUniTO 207
La Empresa que te presento
te ruego* lector, que atiendas,
porque hace las encomiendas
con la rapidez del viento.
Cerro 93 i 101
De las casas mas completasI
en su género, esta es;
prueba, lector, la ves t
en las Caras y Caretas.
Remeted o r
OSEALA NÚM, 130 V 136
De su, martillo al influjo
todo el Uruguay entero
tiene por poco dinero
casa amueblada con lujo.
25 de Hayo 370
Pastelea y confitura
y dulces de los mejores;
en esta casa, señores,
es todo vida y dulzura.
ALIQUANDO BONUS REFRESGAT FCEBU3
18 da Julio mím. 7
Por mas que lo crean guasa
se tiene como muy cierto,,
que los vinos de esta casa
nacen revivir & un muerto.
Mercedes (ft. Q.)¡
Centro párasusericion ¡
de diarios,—librería |
taller de encuadernación,
¡y además papelería.
ICaai uu Larouzse en ac
Treinta y Tres 216
El que rija La fridufitt'ial
es, como saben, seño res*
el Capitán General,
de nuestros rematadores.
Bu anos Aíres fronte á Boíl*
Nunca dijerir podrh
con facilidad usté,
sino tocia dei café
que sirve el Tupl-NambÉL
Dentistas Harta-americanos
cámaras 163
Gradas á los especiales
estudios de Prínce é H11L
pueden comer mas de mil
con sus dientes naturales
Asunción < Aguada )
Me comprometo 4 probar
que mejor que esta cerveza
no la ha tomado Su Alteza,
el Príncipe de ih#mur.
Bacacay 7
Se pueden lograr tres fines
en esta casa, lector:
beber bien, fumar mqjor,
y lustrarse los botines.
wm
f il I ■ U i
© Biblioteca Nacional de España